Ir al contenido principal

¿Cuánto dinero se ahorra con una casa bien aislada?

8 de noviembre de 2023
PISO AISLADO

Con los precios de la energía disparados, una vivienda bien aislada es una apuesta por la sostenibilidad y el ahorro.


Ahorrar en la factura de la luz y el gas depende en gran medida del dinero que se invierta en una reforma y de los puntos de la casa que decidan reformarse. Los profesionales recomiendan

mejoras en la eficiencia energética y en la rehabilitación. “Se puede llegar a ahorrar hasta un 50 %, por ejemplo, solo con la ejecución de un SATE (sistema por el exterior en un bloque); hasta un 40 % en la reforma de una vivienda (o más si se interviene en suelo y techo); y hasta conseguir edificios de consumo nulo si se plantean integralmente con las instalaciones”.


Cada vez hay más propietarios interesados por el aislamiento de sus viviendas

Preocupados por el coste de la energía, cada vez hay más propietarios concienciados de la importancia de contar con un buen aislamiento en casa. La mayoría ya conoce, o ha oído hablar, de las ayudas para rehabilitación energética de edificios previstas en los fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea.

“Cuando la energía era barata, no éramos conscientes de la importancia de reducir el consumo. Ahora, sin embargo, se ha disparado el interés por cómo ahorrar energía en casa”. Por ejemplo, en edificios con calefacción central ya es obligatorio poner repartidores de costes para que cada uno pague lo que gaste. También se ha decidido reforzar los aislamientos e instalar válvulas de regulación”.


La subida de precio de la electricidad ha hecho que los clientes prefieran invertir en una solución constructiva que les ayude a climatizar menos las estancias, tanto en verano como en invierno.

Sobre todo en obra nueva, se invierte más que nunca en un buen aislamiento: una decisión acertada para ahorrar en la factura energética. “Aislar bien la casa no es tan caro como muchos creen. Se trata de aplicar soluciones constructivas sencillas, como aislar fachada y techos, además de mejorar los cerramientos acristalados con perfilería con rotura de puente térmico y cristales con cámara y filtro selectivo”.


En 2023 se invierte en aislamiento más que nunca

El aislamiento térmico se instala en todas las superficies que estén en contacto con el exterior –muros, cubiertas, forjados en voladizo o sanitarios–; en el interior, en medianeras, paredes que dan a espacios no calefactados, forjados entre viviendas y ambientes que lindan con los espacios comunes de un edificio. “Ahora, a los particulares no solo les importa el aislamiento, sino que insisten en ello. Hace años, pese a que lo recomendábamos, no solían ejecutarlo”.

“Por fin, los particulares son conscientes de que invertir en un buen aislamiento de paredes, ventanas y techos, aunque implique inicialmente un incremento en el presupuesto de obra, permitirá reducir el consumo y, por lo tanto, el gasto de electricidad o gas para climatizar”.


¿Qué hay que hacer para tener una casa bien aislada y poder ahorrar energía?

Hay dos maneras de reducir el consumo en energía del hogar: mejorar la envolvente y optimizar las instalaciones. En realidad, esta segunda opción no tiene sentido sin la primera. Lo importante es, “hacerle un abrigo al edificio para evitar pérdidas”.


Por su parte, no tiene sentido instalar un equipo de climatización muy eficiente si hay que tenerlo todo el día en marcha. “La fórmula ideal es invertir en mejoras de la envolvente junto con nuevos equipos de climatización. De esta manera se consigue que nuestra casa sea una burbuja a la que no le afecte la temperatura exterior”, dice.V-OM


En viviendas unifamiliares en las que ya se están implantando sistemas de energías renovables (aerotermia, geotermia o fotovoltaica), si la envolvente no está reforzada, el rendimiento es muy

inferior.


Aislamiento sí, pero cuidando la estética

“En rehabilitación integral hay además un asunto que nos preocupa y en el que las administraciones ya van tarde, como es el de la estética de las ciudades. En las intervenciones integrales por el exterior (sistemas de SATE o fachadas ventiladas sobre estética de ladrillo en barrios enteros), se debería controlar de alguna manera su impacto visual y ambiental. En algunos casos, son transformaciones estéticamente discutibles que afectan al patrimonio de la ciudad”.


¿El ahorro en la factura de la luz y el gas va a depender de la inversión que se haga?

Las profesionales consultados opinan que sí, por la calidad y espesor de los aislamientos, y por la manera de ejecutarlos (parcial o integralmente).

Puede parecer una verdad de Perogrullo, pero cuanto mejor aislada está una casa por el exterior, menos climatización necesita.

“En una casa con ventanas antiguas, cuya carpintería no tiene encajes ni gomas y los vidrios son simples, la perdida de calor es de 5,6W/m2K. Esto quiere decir que se está perdiendo un 15 % de la climatización por las ventanas. Si se hace una inversión media en ventanas con perfilería con ruptura de puente térmico y cristal fino, la pérdida de calor será de 3W/m2K. Dicha inversión

ronda los 900 € por ventana aproximadamente. Realizándola, se pierde un 6 % de la climatización (la mitad que en el caso del vidrio simple)”.

Por otro lado, “eligiendo una perfilería con ruptura de puente térmico con cristales con una buena cámara y un filtro selectivo que reduce considerablemente el intercambio de temperatura, la perdida de calor será de 1,1 W/m2K, Invertiremos para la nueva ventana 1.050 € por unidad, pero se perderá solo un 3 % del total de la climatización. ¡Cinco veces menos que en el caso del vidrio simple!”.


Cuánto dinero se puede ahorrar al año, o mensualmente, teniendo la casa bien aislada

En Estudi a L’Atic han hecho un cálculo en algunos de los pisos que han reformado últimamente.

“Un piso en Barcelona de 60 m² tenía un certificado de eficiencia energética previo a la reforma de 260 kWh/m², con ventanas sencillas, nada de aislamiento en techo y climatización con aparatos independientes. Tras una reforma integral que costó alrededor de 18.000 € y que incluyó cambio de ventanas, nueva instalación de calefacción con caldera de condensación y

radiadores y aislamiento en techos, un informe de eficiencia energética del piso documentó un consumo de energía de 85 kWh/m². Teniendo en cuenta el coste de la electricidad a día de hoy, se ahorran de 1.000 a 2.000 € al año. Así, en 7-10 años la inversión en lo que se refiere a la eficiencia energética estará amortizada”.